lunes, 9 de noviembre de 2009

Nos vemos a las tres


Teorías que nos unen y nos matan.
Árboles que cubren nuestros cuerpos de sangre y polillas negras.
Tumbas que se esconden de curiosos.
Panteones de ilustres almas culturizando en tierra de nadie.
Un hombre me sonríe y me cuenta que hace frío
Una punzada me acurruca en el centro del universo
Mientras observas la alternancia de estaciones
Y escribes poemas sobre el cauce de los ríos.
Primero la primavera. Luego el verano, el otoño y el invierno.
No vale la pena buscar más porque sólo deseas reírte de mí.
Cada día lo haces de una forma diferente
Más lento y susurrando cuando se pone el sol
Más fuerte cuando amanece
Cuántas veces grité tu nombre en medio de las flores.
Tres días me ha costado encontrarte entre mármol, tierra y cipreses.
Tan sólo ansío que pase el segundo
Porque aún no he podido mostrarte mi manera de ver la vida
Mi forma de regurgitar el veneno,
Ni el tronco del que al morir partía.
Sólo nos separan doscientos años de abismo.
Y una sensación que me eriza la piel.
A cada paso una melodía me encoge el alma.
En ti sólo busco ayuda y que me digas si hay salida.
Alguien nos ha alterado el camino de vuelta
Y nadie nos ha dado la bienvenida.
Sé que sentiste de igual manera.
En ti he puesto mis esperanzas,
A ti te encomiendo mi vida
Mañana acuérdate de llevar rosas blancas...