martes, 5 de mayo de 2009

El columpio mas grande del mundo


Si te veo por la calle cruzaré hacia donde el sol salga y apostaré con él que a la mañana siguiente ya no te acordarás de nada. Tranquilo, no seré más que un recuerdo de borracha ensoñación. Un dejavu muy jodido. Apostaré también que una nebulosa de éxtasis en polvo se llevará tu pena pero dejará la mía flotando en el aire. Muy bajito me ha dicho el sol que no será eternamente… Me ha dicho también que no nos merecemos ni siquiera la compasión callada de quien nos vigila desde la ventana de enfrente. Ojos extraños escrutando un volátil estado de ánimo. Seres bipolares columpiándose entre el norte y el sur que se quedan clavados en la zona centro. Allá donde la vida da una vuelta sobre sí misma mientras un dedo de piedra, o tal vez de chapa mal pintada, sigue apuntando hacia el kilómetro cero. Allá en pleno corazón de Chamberí.
El sol también me ha confesado que la luna le ha puesto los cuernos. Qué paradojas. Siempre me había imaginado al sol con cuernos, como una mujer que se queda en su casa día tras día mientras su marido sale todas las noches a dejar volar su imaginación y sus más bajos instintos. Pero también es cierto que se acuestan cada tarde y cada mañana. Tan sólo un cruce de miradas les basta para olvidarlo todo. La luna es puta y el sol imbécil, pero ambos se sienten ligados desde siempre. Los escarceos son nimiedades. A veces me pregunto si serían nimiedades también para mí.
Ahora te veo y lo sé. Fuimos nada y lo seguiremos siendo toda la vida. Haré entonces como que me consuelo pensando que no podía ser. Esto me lo ha dicho el orgullo entre susurros.
En tus ojos veo como la mala memoria se lo ha llevado todo y cómo disfrutas regocijándote en la mierda. Te confieso que yo disfruto sabiendo que ignoras que la mierda puede oler hasta cuando está seca. Una simple niñería…
Haz como que cada noche caminas sin descanso hasta el centro del mundo para encontrarme despierta al amanecer y yo haré lo mismo por las mañanas.
Haremos como la luna y el sol que cada vez que se cruzan fabrican el amor más puro, el que nunca se consuma y consume a la vez.
El paso del tiempo me ha dado la razón. La arcilla con la que fui hecha es autodestructiva. Eso nunca te lo había contado…Pude haber sido tu caos
Déjame disfrutar cada vez que me columpie….

1 comentario:

  1. Joder mapachiño que ben escribes!!! a ver si me adicas un relatiño!!! pero non o de googlelandia porfi!!! mua mua

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