miércoles, 17 de octubre de 2012

Si sueño que sueño ¿es mío el sueño o es el sueño de mi sueño?


-       Oye, para ti, ¿la vida es sueño?
 
-      ¿Eh?¿a qué viene eso?
 
-      Yo qué sé, lo he leído en alguna parte, en la puerta de un baño, creo. Pero no te desvíes ni me respondas con otra pregunta. Mírame a los ojos, así. ¿Y bien?, ¿para ti la vida es sueño?

-          Bueno, pues...pues no.

-          ¡Cómo que no!

-          Hombre, es que si la vida fuese sueño me da miedo pensar que esto no esté pasando realmente, que no existamos en ninguna parte . Para mí esto es real. Tú y yo formamos parte de la vida, de algo grande, no de un sueño. Pero dime, ¿acaso tú sí crees que la vida es sueño?

-        Si, claro. De hecho te elegí porque eres el hombre que siempre soñé.

-      ¿Y cómo podías soñar conmigo si no me conocías?


-      Sí, sí te conocía. No te ponía rostro ni voz pero incluso antes de conocerte era capaz adivinar tus gestos.

-    Tú soñabas una idea, un ideal. Podrías haberte quedado con cualquier otro que se pareciese mínimamente a ese hombre de tus sueños. Simplemente he encajado en tu puzzle.

-      Calla anda calla. No sé para qué te pregunto nada.

-          No, no, ahora respóndeme tú a mí.¿Todo es como lo habías soñado?

-          ¡Claro! ¡Vivo la vida que siempre soñé!

-         Entonces vives un sueño, no la vida. La vida es mucho más, va mucho más allá...

-          ¡Anda! y según tú, ¿qué es entonces la vida?

-          ¿Para mí? La vida, para mí, es un concierto de copas de cristal de bohemia pero a latigazos. La vida es el baile, la música y el punto. La canción alfa que suena justo a las doce, después de las once y antes de las trece de cualquier reloj de mimbre. La vida es el despertar y el desencanto. El beso y la duda. El "hola" pero también el "adiós". La causa y la panacea. El principio y el final. La  entrada y la salida. El después. La despedida. La vida es una danza de caballitos del demonio, luciérnagas y vagalumes en un limbo de sombras y bombillas. La luz. El chiste. La risa. La vergüenza y el sonrojo. La vida es la miel de los panales y, a la vez, un Pandemónium edulcorado. El boca a boca y la asfixia. Una trampa. Un trampolín. Un silencio. Un ovillo de nuevos horizontes y costumbres. La eternidad y el instante. Dos agujas y un eje de coordenadas. La vida es una cataplasma de cruces, soledades y esencias desgarradas.
¿Los sueños? Los sueños son pinceladas tangenciales que adornan los ribetes dorados de un cuadro en movimiento...

-          No es cierto.

-          Sí lo es y te digo más. ¿Soñaste alguna vez con la muerte? Porque ella también forma parte de toda vida, incusive de ésa con la que tú insistes en soñar...

-          Por supuesto que no, eso nunca se sueña. No puedes soñar morir.

-          Entonces hemos llegado al punto exacto en el que la vida y los sueños son incompatibles.
 

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