- Oye, para ti, ¿la vida es sueño?
- ¿Eh?¿a qué viene eso?
- Yo qué sé, lo he leído en alguna parte, en la puerta de un baño, creo. Pero no te desvíes ni me respondas con otra pregunta. Mírame a los ojos, así. ¿Y bien?, ¿para ti la vida es sueño?
-
Bueno, pues...pues no.
-
¡Cómo que no!
-
Hombre, es que si la vida fuese sueño me da miedo pensar que esto no esté pasando realmente, que no existamos en ninguna parte . Para mí esto es real. Tú y yo formamos parte de la vida, de algo grande, no de un sueño. Pero dime, ¿acaso tú sí crees que la vida es sueño?
- Si, claro. De hecho te elegí porque eres el hombre que siempre soñé.
- ¿Y cómo podías soñar conmigo si no me conocías?
- Sí, sí te conocía. No te ponía rostro ni voz pero incluso antes de conocerte era capaz adivinar tus gestos.
- Tú soñabas una idea, un ideal. Podrías haberte quedado con cualquier otro que se pareciese mínimamente a ese hombre de tus sueños. Simplemente he encajado en tu puzzle.
- Calla anda calla. No sé para qué te pregunto nada.
- No, no, ahora respóndeme tú a mí.¿Todo es como lo habías soñado?
- ¡Claro! ¡Vivo la vida que siempre soñé!
- Entonces vives un sueño, no la vida. La vida es mucho más, va mucho más allá...
- ¿Y cómo podías soñar conmigo si no me conocías?
- Sí, sí te conocía. No te ponía rostro ni voz pero incluso antes de conocerte era capaz adivinar tus gestos.
- Tú soñabas una idea, un ideal. Podrías haberte quedado con cualquier otro que se pareciese mínimamente a ese hombre de tus sueños. Simplemente he encajado en tu puzzle.
- Calla anda calla. No sé para qué te pregunto nada.
- No, no, ahora respóndeme tú a mí.¿Todo es como lo habías soñado?
- ¡Claro! ¡Vivo la vida que siempre soñé!
- Entonces vives un sueño, no la vida. La vida es mucho más, va mucho más allá...
-
¡Anda! y según tú, ¿qué es entonces la vida?
-
¿Para mí? La vida, para mí, es un concierto de copas de cristal
de bohemia pero a latigazos. La vida es el baile, la música y el punto. La canción alfa que suena
justo a las doce, después de las once y antes de las trece de cualquier reloj
de mimbre. La vida es el despertar y el desencanto. El beso y la duda. El "hola" pero también el "adiós". La causa y la panacea. El principio y el final. La entrada y la salida. El después. La despedida. La
vida es una danza de caballitos del demonio, luciérnagas y vagalumes en un limbo de sombras y bombillas. La luz. El
chiste. La risa. La vergüenza y el sonrojo. La vida es la miel de los panales
y, a la vez, un Pandemónium edulcorado. El boca a boca y la asfixia. Una trampa. Un trampolín. Un silencio. Un
ovillo de nuevos horizontes y costumbres. La eternidad y el instante. Dos agujas y un eje de
coordenadas. La vida es una cataplasma
de cruces, soledades y esencias desgarradas.
¿Los sueños? Los sueños son pinceladas tangenciales que adornan los ribetes dorados de un cuadro en movimiento...
¿Los sueños? Los sueños son pinceladas tangenciales que adornan los ribetes dorados de un cuadro en movimiento...
-
No es cierto.
-
Sí lo es y te digo más. ¿Soñaste alguna vez con la muerte? Porque ella también forma parte de toda vida, incusive de ésa con la que tú insistes en soñar...
-
Por supuesto que no, eso nunca se sueña. No puedes soñar morir.
-
Entonces hemos llegado al punto exacto en el que la
vida y los sueños son incompatibles.
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